domingo, 27 de julio de 2014

Vacaciones de una fibromialgica: EL DISTRITO FEDERAL DE MEXICO

Bueno, al fin hoy me siento más recuperada y puedo contarles sobre la magnífica experiencia de visitar el centro de México. Comenzamos nuestro recorrido por la capital, Ciudad México, más conocida como DF (Distrito Federal).  Yo había visitado el DF hace 11 años.  En aquel momento me pareció y además me comentaban donde quiera que fuera, que la capital era un lugar peligroso y que anduviera con cuidado.  No se respetaban las señales de tráfico, el ruido era intenso por los bocinazos de los autos, taxis, autobuses, no se respetaban los cruces de peatones, el alumbrado era pobre y en algunas zonas era defectuoso lo que hacía a la noche más peligrosa aún.  Las calles, plazas y lugares públicos estaban con basura, estaban sucias y la ciudad daba un aspecto de mucho descuido y abandono.  Luego de aquel viaje, no me había vuelto a plantear el visitar el DF ni México porque la impresión que me llevé no fue la mejor.


En esta ocasión, la insistencia de visitar México fue de mi esposo, quien tiene una nuera oriunda de allí.  Él había visitado Guadalajara para la boda de su hijo y había quedado cautivado por esa ciudad.  La relación con su nuera y la familia de ésta es estupenda y ellos le hablaban muy bien del país, invitándolo a visitarlo más allá de lo que ya conocía.  Así fue como nos embarcamos en la aventura de ir a México con mis consuegros quienes estaban ilusionados con el viaje.
 
Al llegar al DF me sorprendí por lo distinto que encontré el aeropuerto. ¡Muy moderno! El que yo recordaba para nada comparaba con el nuevo terminal que ahora existe y que puede competir perfectamente con el de cualquier ciudad importante y cosmopolita. Luego, observé el cambio en el tráfico. Había orden, poco ruido de bocinazos y el transito fluía con bastante comodidad. Le pregunté al chofer que nos trasladaba del aeropuerto al hotel y me comentó que se habían implantado medidas de ley y se había creado un nuevo cuerpo de vigilantes de tráfico que habían hecho que la ciudad cambiase considerablemente.  Me comentó además, que habían hecho unas cuantas campañas educativas por los principales medios de comunicación. Me contó -como dato curioso- que habían iniciado dichas campañas orientandolas a los adultos para que tomasen conciencia de como estaban dando mal ejemplo a los hijos con sus actos pero esa campaña no funcionó, así fue que invirtieron el objetivo. Dirigieron las campañas a los menores y éstos empezaron a hacer conscientes a sus padres de cómo conducían, cómo ensuciaban tirando las cosas en la calle, etc. y así fue que la campaña dio resultado. Pensé, ojalá que alguien en Puerto Rico planifique un cambio tan notable como el que vi en México.  Si ellos pudieron que son cerca de 9 millones de habitantes, ¡nosotros, con mucha menos gente, también podremos!!!
 
Por el DF hicimos una excursión guiada a los centros principales de turismo. El lago Xochimilco fue nuestra primera visita. En ese lugar, los habitantes de sus riberas llevan toda una vida cultivando flores y hay un mercado importante de flores para los eventos que transcurren en la ciudad.  Hicimos un excelente paseo en barca. Las barcas se conocen como  “trajineras” y las conducen una especie de gondoleros a la mejicana, quienes con un palo van empujando la barca por el lago y a su vez, nos va contando la historia del lugar. En la barca hay lugar para unas 14 a 16 personas y se puede comer en ellas mientras se va dando el paseo. Nosotros, por haberla cogido muy temprano y habiendo desayunado bien en el hotel, sólo nos apuntamos al paseo.
 
 
Luego fuimos a conocer la plaza del Zócalo con su enorme y emblemática bandera de la república de México ondeando en el centro.  La plaza no tiene nada más porque suele ser el lugar de multitudinarias manifestaciones que ocurren prácticamente a diario por estar localizada frente a las oficinas del gobierno y su presidente.  Cuando no hay manifestaciones, allí se colocan enormes tarimas para disfrutar de eventos de interés.  Nosotros coincidimos con el montaje de las enormes pantallas desde donde transmitirían el mundial de futbol. 
 
Nos movimos al Palacio Nacional donde nos esperaban las hermosas pinturas que Diego Rivera. Según nos contó nuestro guía, Diego Rivera, pintó 5 hermosos murales que narran la historia de México y lo hizo usando su propio dinero y dedicándole alrededor de 20 años para finalizarlos.  El lugar es visita obligada para apreciar la riqueza y belleza de la obra que deja a todos impresionados.
 
 
 
En la plaza de las Tres Culturas pudimos observar lo que fueron los cimientos –unas ruinas prehispánicas- de lo que fue la ciudad del pueblo mexica (de ellos el origen del nombre del país). Allí está también un templo católico de los tiempos de la conquista española y un edificio moderno que representa al México de la actualidad. De ahí dimos un recorrido panorámico por la ciudad para identificar otros puntos de interés como el bello Palacio de las Artes. 

También visitamos la plaza Garibaldi, la que es famosa porque allí se encuentran bandas de mariachi a todas horas y es que en México se acostumbra a contratarles para cualquier evento o incluso allí mismo una puede pagarles para que le canten la canción de preferencia.  Pudimos ver a una familia que le celebraba el cumpleaños a una abuelita y los mariachis le estaban cantando a la feliz señora. 



Un dato curioso que aprendimos fue que dependiendo del lugar de procedencia de los mariachis, así será su vestimenta.  Vimos preciosas vestimentas negras, color vino y blancas.  Eran cerca de las 4pm.  Sin embargo, volvimos a pasar por el lugar al otro día en la mañana y pudimos constatar que allí a cualquier hora hay mariachis, pues allí estaban desde tempranito. La plaza me dio una agradable impresión, muy distinta a como la recordaba. Beto  me comentó que la habían arreglado, remodelado y con las nuevas normas de urbanidad que prevalecían en la ciudad, el lugar se conserva como uno muy atractivo y visitado por turistas y locales.

Llegamos  a la Basílica de Guadalupe y para mi sorpresa, apenas había gente. 



Yo recordaba aquel lugar repleto con una fila interminable para ver el lienzo de la virgen que se conserva en forma de un cuadro y al que visitan anualmente millones de personas provenientes de cualquier lugar del mundo. 



Me explicó Beto, nuestro guía, que el motivo de que ya hubiese tan poca gente era por la hora, estaban a punto de cerrar las facilidades.  Eran cerca de las 8:00 de la tarde.  Allí, en esa parte de México, empieza a anochecer pasadas las 9:00 pm. aunque no ocurre lo mismo en otros lugares del país donde anochece más temprano o más tarde y es que México es tan grande que en el lado sur este que da para el golfo anochece antes y el lado norte que da para el pacífico anochece luego que en el DF. ¡Interesante!

Al Palacio de las Artes volvimos de noche, mientras dábamos un paseo caminando por el centro de la ciudad.  El lugar estaba abierto porque había un concierto esa noche y para nuestra agradable sorpresa, nos dejaron entrar a su recepción y área donde esta un hermoso restaurante.  Curiosamente vimos que había un televisor  ¡desde donde transmitían el concierto!  y fue desde allí donde pudimos apreciar la famosa cortina hecha de cristal de Tiffany (traído de NY). Así es que nos deleitamos un rato con aquel bello concierto de piano e intérprete soprano, sin dejar de admirar la belleza del mármol que rodea a todo el edificio: color negro, coral, amarillento con las vetas que caracterizan a esta piedra noble. Observamos ademas,  las bellas pinturas que cuelgan de las paredes y las obras de arte que cubren techos de este Palacio de las Artes que bien merecido tiene su nombre. 

Deleitados con aquel paseo y bordeando un hermoso parque conocido como “La Alameda” regresamos a nuestro hotel caminando muy tranquilamente por las calles rebosantes de gentes a esa hora de la noche (cerca de las 10:00 pm). 
 
Antes de aventurarnos en el paseo nocturno, habíamos visto la plaza donde se ubica la escultura de “El Ángel”, símbolo de la ciudad y por donde desfilaban dos o tres quinceañeras con sus bellos y coloridos atuendos.  Así las estuvimos viendo en cada plaza de todas las ciudades que visitamos. Es que el verano es la fecha para las celebraciones de esta naturaleza en el país.  Las jóvenes suelen acudir con los fotógrafos para inmortalizar el momento en algún lugar destacado de su ciudad de origen. Luego, en la noche o en otra fecha se hace la ceremonia religiosa y la fiesta, nos explicó Beto, nuestro amable y muy sabio guía quien estuvo con nosotros durante el tiempo en el que estuvimos en la capital. 
 

Durante nuestros 3 días de estancia en el DF degustamos todo tipo de plato mexicano a excelentes precios.  Fuimos a una taquería, un típico lugar que preparan tacos como más y mejor gusten a la clientela. También fuimos a lo que se ha convertido en una de las cadenas de comida tipo Denny’s aquí, pero con comida mexicana.  Se llama VIPS y hay prácticamente uno en cada esquina del DF.   Se pueden ver en otros lugares del país, principalmente donde hay centros comerciales. 

El restaurante del hotel donde nos hospedamos nos ofreció diariamente un buffet de desayuno a la mexicana que incluía desde los huevos y panqueques hasta pollo guisado y arroz ¡a esa hora!  El refrito (habichuela negra o rosada majada) se acompaña con todas las comidas con los chips que allí le llaman totopos.  A mí, como me encantan no me faltaron nunca en el plato a cualquier hora que comiésemos.

En una ocasión, almorzamos en un hermoso restaurante mexicano bordeando la plaza del zócalo, ¡divino!

 

Durante los primeros tres días, me sentía muy bien. Estaba iniciando la aventura.  Las excursiones no eran agotadoras, tal vez porque la temperatura del DF amanecía en unos 60 grados Farenheit (15° C) y a lo más que llegaba temprano en la tarde era a unos 75° F (23°C) pero en otras partes del país hace un calor igual o mayor al que sentimos en Puerto Rico para los meses de verano 90° F (35°C)

Nuestra aventura había comenzado muy bien y aunque siempre siento mi dolorcito por algún lado, no fue en ningún momento nada que no pudiese tolerar o que me impidiese hacer los recorridos y los paseos por nuestra cuenta.  Ya luego les seguiré contando sobre los demás lugares visitados en México, por hoy ya he escrito bastante. ¡Hasta otra!

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2 comentarios:

  1. Hola... qué encantador relato de tu viaje a mi queridísimo México. Yo nací y vivo en el DF y me encanta visitar el Zócalo y los demás hermosos lugares que tenemos, cuando puedo por supuesto. Parezco turista, porque siempre llevo mi cámara en la mano. Agradecida por compartir tu experiencia para que se quiten muchos la fea imagen que han presentado de nuestro país... Falta mucho, sí hay cuestiones de inseguridad, falta algo de limpieza y cosas por el estilo pero como en cualquier lugar, y no como se nos ha etiquetado. Estoy a la espera de la continuación de tu viaje, ya que transmites ese gusto con el que tenemos que vivir nuestros días
    ... Gracias por abrir esta página...

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    1. Norma gracias por tus palabras!!! Seguiré contando el viaje, mantente atenta!!! También puedes seguirnos si te suscribes al blog a través de tu email. Puedes ver el enlace a la derecha de esta página o si entras a nuestra página en facebook / fibromialgiablogpr. Abrazotes de algodón.

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