sábado, 13 de agosto de 2011

NADA DE NADA

Hoy amanecí en uno de esos días en los que NADA es la palabra. No deseo hacer nada, no me duele nada, sin embargo, no tengo energía para nada. En fin, día para nada de nada. No me he quitado la pijama. Félix no está en casa, así es que me puedo dar el lujo de no tener que esforzarme para hacer nada. No me cambio la pijama, no cocino, caliento cualquier cosa o me como unas cuantas frutas -que me viene bien un par de días en ayuno para bajar algo de peso-. Tampoco me he peinado, ni he vestido la cama. Los trastes se acumulan en el fregadero. Tengo un cesto lleno de ropa lavada para doblar al que ni miro.

¿A qué se debe este desgano? Eso quisiera poder contestarme, pero no lo hago. Es que no quiero ni pensar. Días como éstos son en los que estoy idiotizada. Me veo cuanto programa absurdo puede haber en la TV. No deseo leer por no esforzarme en concentrarme para dar sentido a las palabras. Son días en los que todo me importa muy poco, nada.

Entonces me digo, “pues ya que estoy así, vamos a disfrutar de estos momentos”. Los quiero ver como momentos de OCIO. El ocio es una parte saludable de nuestra vida. Nos ayuda a desconectar. Desconectarnos de las rutinas, de las tareas por realizar, de los problemas, de todo. Algunas personas practican un pasatiempo, o van de paseo. Otros se van al cine, a compartir con amigos. Hay quienes practican el yoga o la meditación. Yo DECIDO que para desconectarme de todo, NO VOY A HACER NADA A PROPÓSITO. No es que este “down” o algo deprimida, es que estoy DESCONECTANDO. ¿a que así suena mejor? Me encuentro en estado de desconexión y a mi modo de verlo, es el tiempo de darme permiso para hacer NADA. Total, que no pasa nada, si no hago nada, así que ¿para qué preocuparme? ¡A hacer NADA se ha dicho!

7 comentarios:

  1. Pues ya somos dos querida, en estos dias asi los propositos se van al traste, y lo mejor es, no angustiarse, disfrutar de no hacer nada y mañana será otro dia.
    Un abrazo de oso blandito.

    ResponderEliminar
  2. que rico poder hacer nada, así me siento, así lo hago pero lo malo que hago es sentirme culpable

    ResponderEliminar
  3. Esta semana he tenido un par de dias de nada.
    Ojala pudiera dormir y despertarme cuando hubiera pasado, pero no, yo SIEMPRE tengo dolor. Deambulo por la casa hasta que mis piernas dicen basta, luego me acuesto hasta que no aguanto la espalda y vuelta a empezar. Se que no es mi culpa, pero no puedo dejar de agobiarme al ver las cosas sin hacer.
    Paciencia y esperar que pase pronto...

    ResponderEliminar
  4. exatamente, no querer hacer nada lo he vivido y cada vez que me pasa me siento tremendamente culpable, ahora me siento identificada y veo que no solo cosa mia.
    Excelente artìculo.
    Cariños desde Chile

    ResponderEliminar
  5. Terrible pero cierto, pero tenemos que aguantarnos y poder vivir lo mejor posible, ¡Fuera culpabilidad! Vivir y disfrutar los buenos momentos y que las tareas se hacen cuándo se puede, viven más personas en casa.

    ResponderEliminar
  6. el no hacer nada esta bien.yo lo practico por lo menos una vez a la semana!!!!

    ResponderEliminar
  7. Mientras leia tu escrito, me identificaba tanto contigo. Es tan frustante. Al principio que me diagnosticaron la enfermedad yo estuve mucho tiempo en etapa de negacion. De ser una persona tan activa y acostumbrada a hacer varias cosas a la vez, me converti en alguien sumamente pasivo. Mi cuarto era mi escondite, mi santuario. Actallmente, muchas veces me obligo a actuar, a moverme. Sigo los consejos de mi doctora y lo acompano con suplementos que me han ayudado grandemente. Quiero decirte "te comprendo"

    ResponderEliminar