lunes, 17 de marzo de 2014

DE PASIONES, DOLORES, CONSEJOS Y PRODUCTOS MILAGRO

¡Hola!

Por aquí ando revisando mis notas y mi recorrido por la vida desde que empecé a contar públicamente que tengo Fibromialgia desde hace ya 15 años.  En el 2010 “salí de closet” –es decir- que hice pública mi condición de salud. Antes que eso no decía a todo el mundo mi condición por temor a ser discriminada laboralmente. 

Mi trabajo siempre fue uno de mucha responsabilidad y no quería el que se utilizaran las veces en que tuve que ausentarme por episodios de fibromialgia para que mi hoja de servicio que hasta ese momento había sido excelente, se viese afectada o para que no se me considerase a la hora de asumir nuevos proyectos o retos.  Por 11 años me las ingenié para continuar haciendo lo que tanto me gustaba, haciendo los ajustes de horario o acomodos propios, sin recurrir a los derechos que me amparaban como persona con una enfermedad incapacitante.  No sentía que tenía que recurrir a ello pues me sentía capaz de cumplir con mis funciones con los ajustes que había realizado.  Pero un buen día, ¡zas!  Llegó una crisis muy severa de dolor, cansancio crónico y el trastorno general que suele acompañar a mis crisis (fibroniebla, trastornos estomacales, mareos…). que me tumbó y me vi obligada a dejar de trabajar.


Tuve que abandonar lo que fue mi pasión hasta esos momentos: “la enseñanza”. Dejar la universidad, dejar a mis estudiantes, dejar una parte muy valiosa de mi vida, que amé y en la que puse toda mi pasión fue muy difícil.  Fue entonces cuando empecé a escribir en este blog.  Fue cuando redefiní mi quehacer. Seguiría enseñando pero ahora el tema fundamental sería la fibromialgia. ¿Por qué? Porque es una gran desconocida para muchas personas y porque además es muy poco comprendida por el propio paciente que no entiende lo que le pasa ni lo relaciona todo con la fibromialgia. Tampoco lo comprenden los familiares, las amistades e incluso ni muchos médicos ni el personal sanitario o de salud con el que nos atendemos.
Yo llegué a la conclusión en aquel entonces y lo sigo creyendo hoy, que el motivo de tanta incomprensión se debe a que el dolor es invisible.  Otras enfermedades tienen características físicas que son evidentes, pero el dolor no. Esa falta evidente de síntomas externos hace que las personas que nos conocen se confundan. ¿Pero cómo es que te sientes tan mal si te ves bien? Tal vez lo que necesites es reposo y coger la vida con más calma. Si te tomas esto o lo otro de seguro que vuelves a sentirte bien… y así llegan miles de consejos de personas queridas, amistades y hasta poco conocidos. Muchas veces esos consejos no solicitados son muy bien intencionados, para tratar de darnos ánimo y esperando a que, cuando nos volvamos a encontrar, les diga que estoy curada. Cuesta entender que la fibromialgia –hasta el momento- no tiene cura. 
Para más INRI, hay quienes diciendo tener las mejores intenciones (y no lo dudo) nos vienen con los productos milagros que han proliferado para casos de enfermedades tan angustiosas como la fibromialgia.  El paciente, en su desesperación, ¡está dispuesto a probarlo todo! En esas he estado yo por todos estos años y se podrán imaginar que me he gastado una cantidad considerable de dinero en productos que poco o nada han hecho para ayudarme. 
–Es que no le tienes fe al producto.
-Es que no lo has tomado el tiempo suficiente (aunque algunos los he tomado por tres meses o más  mientras me iba gastando un riñón por el alto costo que tiene el producto y que solo se consigue por medio de un distribuidor, ya que no se vende en farmacias, herbolarios o lugares que venden productos naturales -aunque el producto se anuncia como uno completamente natural y sin efectos  secundarios-).
- Es que no lo tomas como debe ser.
- Es que necesitas aumentar la dosis…
Y así, mil y una excusa para tratar de justificar el por qué a mí ese producto no me funciona. Tanta excusa "no me cuadraba" porque sí que he probado productos que me han ayudado (de los que he hablado en este blog), como la moringa, la melatonina, la vitamina D, el complejo vitamínico B (que incluye una buena dosis de B12), etc. Lo curioso es que esos productos se consiguen en casi cualquier lugar -farmacia, herbolario, tienda de productos naturales y hasta el supermercado-, no a través de un distribuidor exclusivo que forma parte de un grupo redentorista que viene  a salvar a los enfermos del planeta con su fórmula casi mágica que muy amablemente desea compartir conmigo y si de paso se puede ganar algo pues ¿por qué no? Mejor aún si me convence para que yo forme parte del grupo de nuevos "redentoristas" y también puedo beneficiarme económicamente por dar mi testimonio y lograr ventas.
Que conste, no tengo NADA en contra de todos aquellos que se dedican a las ventas, incluyendo a los que están en el mundo de las empresas multiniveles, quienes tienen y se merecen todos mis respetos.  Yo compro algunos productos para mi uso personal que son de alguna que otra compañía multinivel -siempre y cuando los costos no sean excesivos y los productos tengan buena calidad-.  Lo que tengo muy claro es que no soy vendedora, ni me interesa iniciar una nueva carrera profesional en ese campo. También tengo mis sospechas sobre esos "redentoristas" que sin formación alguna en el campo de las ciencias, ¡quieren salvar a la humanidad enferma con UN producto que lo cura casi todo! Lo digo porque en el caso de productos medicinales hay un protocolo estricto que vela porque quien distribuya o venda los mismos tenga un conocimiento en ciencias, (farmacología, medicina, química, biología), aunque a los productos naturales no les aplica y de ahí el que hay que ser precavidos antes de tomarlos –precisamente por no tener controles en el mercado para asegurar que cumplen con un protocolo estándar de eficacia y efectividad-.  Lo que no me cuadra y me sigo preguntando yo cuando oigo de las maravillas del producto, es -entonces si ese ES el producto, ¿por qué tengo que comprar dos o tres productos más para "mejorar" o "potenciar" su efectividad?  ¿Acaso no es tan bueno? Si el producto del que me hablan es tan formidable, ¿cómo es que los médicos no hablan de él? -  Y me surgen muchas preguntas más en las cuales no voy a abundar. Es que no tengo la suficiente fe, es que no lo he tomado por un tiempo razonable, es que..., es que... y asi despachan mis inquietudes.
Yo me voy con mis inquietudes a otra parte. Tengo excelentes amigos médicos con los que he sacado el tema en alguna ocasión sobre cada uno de esos productos que HE PROBADO y muchos de ellos me evidencian en más de una ocasión, lo débil que son las investigaciones de estos productos que hacen las propias compañías multiniveles para evidenciar su efectividad.  También tengo algunos médicos a los que visito para consulta, que me suelen recetar medicamentos naturales los que puedo conseguir en la farmacia –derrumbando el mito de que todos los médicos solo creen en fármacos -.
Pero volviendo al tema de los "redentoristas", muchas veces NO solo quieren que pruebe el producto o lo consuma, desean que forme parte de la empresa multinivel como les mencione.  Para ello he de asistir a reuniones nocturnas, sabatinas y recorrerme el país completo para dar mi testimonio, hablar de las maravillas del producto, la magnanimidad de la compañía multinivel que nos ha puesto este producto a nuestro alcance –aunque me cueste un ojo- y así poder generar ganancias vendiéndolo y reclutando a otros potenciales “redentoristas”.  ¿Acaso es que no fui muy clara al decir que padezco fibromialgia y que no puedo trabajar? ¡Si es que apenas puedo salir de casa!!!! La fibromialgia NO me deja. Si es que NO puedo trabajar porque el dolor y sobretodo el cansancio NO ME DEJAN. Si hubiese podido trabajar, estaría en la universidad dando clases que es lo que tanto me apasiona y ¡para lo que estudié y a lo que me dediqué por tantos años de mi vida!!! Si me curase, DE SEGURO que vuelvo a trabajar en lo que me apasiona y NO son las ventas.

Ya ando rompiendome el coco porque sigo dándole vueltas al tema del producto que es maravilloso pero que a mí no me funcionó y me da con ponerme a preguntarle a otras personas que lo han utilizado y empiezan a contarme sus  historias  de haber tenido experiencias similares a la mía. Que probaron  el producto y no les funcionó.  Llego pues a la deducción de que -o habremos muchos pacientes SIN FE, sin seguir las instrucciones de los productos que prometen el hacernos sentir mejor, o que no lo hemos tomado por el tiempo suficiente (aunque haya personas que los han llegado a tomar hasta por un año sin ver efecto alguno) o es que somos inmunes a las potencialidades maravillosas de esos productos que lo pueden curar casi todo, sin darnos efectos secundarios y siendo completamente naturales-.  ¡Alguien que me lo explique porque me cuesta entenderlo!  ¿Y tú, lo entiendes?
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Te invito a visitar la página educativa en la que publico información a diario que nos resulta interesante para quienes padecemos Fibromialgia y deseamos tener una mejor calidad de vida que nos ayude a continuar adelante. https://www.facebook.com/fibromialgiablogpr
 
 

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por la información me pareció muy interesante. Yo también he sido de las personas que han probado de todo con tal de que el mal cesara, deseas tu recuperación por encima de todo

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  2. Muchas gracias por tu comentario Bea y por seguir mi blog. Abrazotes de algodon!

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