En artículos previos he
discutido los siguientes puntos del decálogo:
1. Aprenda a convivir con su dolor.
2. Controle sus emociones.
3. Controle su estrés.
4. Evite la fatiga.
5. Haga ejercicio.
6. Relaciónese con los demás.
Hoy termino con los 4
puntos que me faltan. ¡Vamos a ello!
El siguiente punto del decálogo dice: “Proteja su salud”, la SER (Sociedad Española de Reumatología) nos
habla en este punto de la depresión que nos puede provocar el vivir con dolor
crónico. El dolor crónico es aquel que tiene una duración extendida
(continuamente por periodo prolongado de tiempo) y que cuesta el controlarlo
porque los medicamentos contra el dolor no funcionan o lo hacen pobremente. A mí me costó entender que mi cuerpo se
deprime cuando hay dolor. No es la típica
depresión anímica. Es depresión física.
Yo sabía lo que es
tener depresión anímica pues en mi historia de vida, había tenido episodios de depresión
moderada o severa. Sin embargo, en el momento en que la neuróloga me dice que
he de tomar un antidepresivo para combatir la depresión física, yo me negaba en
absoluto a hacerlo. ¿Deprimida yo? En ese momento particular de mi vida, NO TENIA MOTIVO ALGUNO para estar
deprimida, ¡NO ME SENTÍA DEPRIMIDA! Posteriormente fui comprendiendo lo
que significa la depresión física. Es una reacción normal del cuerpo para
protegerse de un daño mayor debido al dolor constante. El cuerpo -en
su sabiduría innata-, va inhibiéndose, “apagándose”, “languideciendo” ante
el dolor crónico. Es una respuesta natural y normal.
Por ello es importante tomar un antidepresivo que permita controlar
esa “depresión física” y que, a su vez,
ayuda a apaciguar el dolor. ¡Yo lo pude comprobar! A medida que comencé
a tomar el antidepresivo en unión al medicamento recetado para apaciguar el
dolor en sí, la combinación de ambos, me
han permitido continuar con un estilo de vida “funcional”. El dolor se
fue reduciendo hasta casi desaparecer.
Hay días en los que, a menos que toquen mis puntos de dolor, yo no lo
siento. También hay un componente del
cuerpo que crea una “memoria” y que provoca el que una se acostumbre a vivir
con un nivel de dolor tolerable. Yo SIEMPRE tengo dolor, pero mi “memoria
interna” ya lo ha registrado como “normal” y mi subconsciente lo ha asimilado
al punto que para mí resulta inexistente, aunque sigue ahí. ¡ASÍ DE
ASOMBROSO PUEDE SER NUESTRO CUERPO!
Además de cuidarnos de
la depresión física, también hay que mantener a raya a la depresión emocional o
psicológica. Es
normal que nuestro ánimo se afecte cuando vivimos con dolor, pero NO
NOS PODEMOS DAR EL LUJO DE DEJAR QUE LA DEPRESION SE APODERE DE NOSOTRO/AS.
Para contrarrestar los síntomas que nos provoca la Fibromialgia, nuestro ánimo
debe estar óptimo. Debemos esforzarnos
para mantener la mejor actitud posible, la más positiva. ¡Sé muy bien cuánto cuesta estar positiva y de buen humor cuando te
duele hasta el pelo! Yo me doy permiso para quejarme, rabiar y enfurecerme con
la Fibromialgia, pero lo hago por un tiempo definido –unos minutos, un rato-.
Luego, ACEPTO que esta es mi realidad, que no va a cambiar y que de NADA me
sirve quedarme en la letanía de la queja. La letanía no me va a quitar el
dolor, ni el malestar, así es que no voy a perder mi tiempo en ello.
Los días en que me
encuentro FATAL, que los hay con más frecuencia de la que yo quisiera, busco
mantener mi mente ocupada con cosas que me distraigan. Me gusta mucho tener lecturas
positivas y esperanzadoras. ¡Veo lo bien que me hace el leerlas!
Busco programas de TV entretenidos y divertidos –nada de drama o suspenso- ya
bastante drama y suspenso tengo yo al vivir con Fibromialgia. He desarrollado
nuevos entretenimientos: cultivo un pequeño huerto casero, cuido de mis
plantas, hago “rompecabezas”, hago sudokus y muy recientemente colaboro
activamente con una organización que brinda servicios a pacientes con
Fibromialgia. El ayudar a otros que recién
empiezan a conocer lo que es vivir con Fibromialgia, me provoca una gran
satisfacción. Al menos mis vivencias luchando contra la Fibromialgia para poder
mantener una buena calidad de vida por estos pasados 14 años, me han dejado mucha experiencia ¡que ahora puedo compartir con
otros!
USE CON PRECAUCIÓN LOS
MEDICAMENTOS es el próximo punto en el decálogo.
El tema de los
medicamentos es uno un tanto complicado debido a que NO hay un medicamento “estrella”
que les sirva a todos los pacientes de Fibromialgia. Para más INRI, la
Fibromialgia es “camaleónica”, se manifiesta de manera muy particular en cada
persona. Lo que complica el lograr dar con un tratamiento que nos
resulte efectivo. En nuestra
desesperación por controlar el dolor, el cansancio y los malestares de la
Fibromialgia, solemos ir de médico en médico, buscando algo que nos alivie. Yo
tengo mi lista de médicos: la neuróloga, la reumatóloga, la psiquiatra, el
fisiatra, la gastroenteróloga, la neumóloga, el cardiólogo, el ginecólogo y la endocrinóloga. Cada uno sabe de TODOS mis padecimientos,
pues además de la fibromialgia tengo otras complicaciones de salud. Siempre tengo una lista de todos los
medicamentos que tomo, la cantidad de veces que los tomo, los miligramos que
utilizo por dosis y para qué lo uso. Llevo esta lista conmigo siempre. La muestro a cada uno de mis médicos. Así
ellos pueden tener un cuadro más claro de mis condiciones de salud y tener en
cuenta lo que tomo para que lo que me receten sea más efectivo y evitar
combinaciones de medicamento que puedan hacerme más daño que bien. La lista de
medicamentos incluye también aquellos que tomo como suplementos (vitaminas,
minerales, alternativas naturales, medicamentos sin receta, etc.)
Puedes hacer tu tabla
siguiendo este ejemplo:
Nombre de medicamento
|
Dosis (una vez al día, dos veces, ocasional…)
|
Miligramos en cada dosis
|
Para qué lo tomo
|
Effexor (recetado)
|
2 veces al día
|
75 mg
|
Depresión física y
emocional
|
Moringa
(suplemento natural)
|
2 veces al día
|
1000 mg
|
Cansancio crónico
|
Yo trato de tomar la
menor cantidad de medicamentos recetados que me resulte posible.
Antes de tener fibromialgia apenas tomaba medicamento alguno, ¡ni para
un dolor de cabeza! Sin embargo, esa realidad cambió dramáticamente desde que
me diagnosticaron Fibromialgia. Aún así,
soy
clara con mis médicos. Ellos saben que prefiero medicamentos con pocos efectos
secundarios y si es posible, alternativas naturales a las drogas recetadas,
pero si he de tomarlas, lo hago bajo estricto control médico y observo si me
ayudan o no. Les doy un tiempo razonable para ver sus efectos benéficos
en mí. Si me doy cuenta de que NO me
ayudan, se lo digo al médico para que me los quite o me los cambie. ¡No voy a continuar tomando algo que NO ME
HACE EFECTO BENÉFICO ALGUNO! Sin embargo, el quitar o cambiar medicamentos lo
hago bajo la supervisión del médico que me los ha recetado.
¡Ufff! Ya me he cansado
y aún quedan dos puntos del decálogo. Es que con esto de la
Fibromialgia, mi periodo productivo frente a una computadora se ha reducido. ¡Qué se le va a hacer! ¿Saben? Se me ocurre que se los dejo de
tarea para que sean ustedes quienes reflexionen sobre estos dos puntos: USE CON PRECAUCIÓN LAS MEDICINAS ALTERNATIVAS
Y SEA CONSTANTE. Piensen: ¿Cómo llevo yo estos puntos del decálogo
para atender adecuadamente mi Fibromialgia? Si lo desean, pueden compartir sus
reflexiones conmigo y con otros lectores, así aprendemos los unos de los otros.
¿Les
parece bien?
Gracias por dar la cara y hablar abiertamente de una de las enfermedades crónicas como es la fibromialgia.Creo que es fundamental entender que cuando se siente dolor es un sintoma. Eso dignifica que nuestro cuerpo nos habla,se comunica.Entonces,¿tiene algún sentido tratar los síntomas? ¿no estamos tapando el problema? ¿Y si hubieran otras formas naturales sin efectos secundarios que ayudaran a sentirse mejor?¿Y por qué sólo de recurre a los médicos cuando se podría tratar la patología desde diferentes disciplinas?la naturopatia o fitoterapia, una corrección alimentaria, la psicología de la salud,el ejercicio físico terapéutico...Eso pretendo abordar con mi proyecto Asesores de Salud León.Me gustaría dar respuesta a esos problemas y necesidades que tienen las personas con enfermedades crónicas y quiero transmitir yo también que es posible vivir con placer si no nos pasamos la vida huyendo del dolor y que nuestra vida depende de nosotros, de nuestros pensamientos, de nuestras metas, de nuestras emociones, conocimientos, compromisos y acciones.
ResponderEliminarSALUDOS ,AMADA .GRACIAS POR US APORTES ,CADA DIA DEBEMOS APRENDER ,REFRESCAR CONOCIMIENTO Y COMPARTIR INFORMACION .NUEVAMENTE GRACIAS ,ERES IMPORTANTE PARA NOSOTROS .BENDECIDA.IVETTE
ResponderEliminarBUENO PUSE ANONIMO POR QUE LOS OTROS NOMBRES NO ME SALIAN AJAJAJAJ,TE QUIERO
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Abrazotes de algodon!!!
EliminarMe encanto.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por seguir mi blog. Abrazotes de algodon!!!
EliminarMUCHAS GRACIAS POR SU APORTE TAMBIEN PADEZCO DE ESTOS MALESTARES TAN DESAGRADABLES ,ME GUSTA LEER PARA LLEVAR ESTA VIDA CON MAS SABIDURIA ,SOY DE VENEZUELA Y ME GUSTARIA FORMAR PARTE DE SU GRUPO,GRACIAS ,DIOS LA BENDIGA
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por seguir mi blog. Abrazotes de algodon!!!
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