jueves, 23 de junio de 2011

ESCRIBIR PARA SANAR

Siguen los comentarios maravillosos de todas esas personas que leen mi blog y de alguna manera se identifican con mis relatos. Gracias por compartir sus historias también. El poder expresarnos, de alguna manera nos ayuda a manejar el coraje o la frustración que la Fibromialgia nos provoca, al alterarnos nuestra forma de vida. A mí me gusta tratar de VER, SIEMPRE QUE PUEDO, el mejor lado de lo que es tener que vivir con Fibromialgia, aunque hay veces que ES IMPOSIBLE hacerlo.Los días peores cuesta mucho ver algo positivo. Entonces, en esos días, el manifestar mi malestar y frustración por escrito, es una forma de “liberarme”, de dejar salir toda la “presión” que la rabia provoca al saber que es poco lo que puedo hacer y que me veo obligada a tener que resignarme hasta que lleguen momentos mejores. Y así se pasan las horas, los días, la vida misma –con estas ALTAS Y BAJAS figromialgicas-.

Hay veces que considero muy injusto el que alguien trate de darme consejo comparándome con otras personas que se encuentran “peor”, porque se les considera que tal vez estén sufriendo de una enfermedad que la sociedad puede considerar “catastrófica” y hay muchas. Peor aun, que se comparen conmigo para tratar de halagarme, porque ellos estan mucho peor que yo. Lo considero injusto porque cada situación es muy particular y detesto que me anden comparando con fulanita o sutanito. Yo soy ÚNICA y nadie sabe en realidad lo que se siente al tener que vivir con la Fibro. Ni siquiera lo puede saber otra persona que tenga la misma condición –Fibromialgia-, porque CADA ORGANISMO ES ÚNICO. Por eso odio los famosos “consejitos”. Los que TOLERO sólo por educación, porque lo que en realidad me gustaría hacer es mandar a buen sitio al “consejero” o salirle con una buena “malacrianza” poniéndolo de “vuelta y media para que aprenda a dar sus famosos consejitos SOLO CUANDO SE LE PIDAN y yo NUNCA los pido. ¡Y mira que abundan muchos de estos “consejeros de buena voluntad” que van por la vida dando consejos no solicitados solo por ayudar! Para colmo, se OFENDEN si una les dice algo para que se callen.

¿Es que acaso no comprenden que en 13 años con Fibromialgia, he escuchado cuanto consejito hay? ¡Los habidos y por haber, también! Ya no quiero consejos, ni remedios “mágicos”. ¡Ya estoy cansadísima de ellos! Si escribo del tema, no es para que me den consejos o remedios, es para que APRENDAN lo que vivo y me puedan comprender mucho mejor. Para que entiendan que aunque un día parezco una “bella rosa” y tengo la energía del conejito de “duracell”, así mismo, al otro día y sin motivo alguno, “alguien me robó la pila, la batería” y por lo tanto no puedo ¡ni mover un dedo! Es que así es esto y aunque me digan que ME OLVIDE DE LA FIBROMIALGIA, QUE NO HABLE DE ELLA, el día que no puedo mover un dedo ¡ES IMPOSIBLE OLVIDARME!!! Ella es la causante de las penas mías, como decía aquella canción de antaño que cantaba una tal Niní, es que ni ni me acuerdo bien de cómo se llamaba.

Hace poco estuve en un taller que ofreció una amiga, titulado “escribir para sanar”. Fui por curiosidad. Quería saber cómo se abordaba el tema, porque ya había escuchado algo al respecto. ¡Fue muy interesante! Precisamente habíamos allí, personas con enfermedades catastróficas como puede serlo el cáncer. También había personas que habían perdido seres queridos recientemente. Otras que han tenido vidas sumamente complicadas y difíciles, donde ha imperado el desamor y la inseguridad. A todas nos unía el tema: la escritura como herramienta para poder sanar nuestras heridas, nuestras penas particulares. No sólo el escribir resultó “liberador” en ese taller, también lo fue el poder expresarnos abiertamente sobre lo que nos “dolía” a cada cual. Como suele pasar, NO faltó el personaje del “consejero” quien siempre aparece dispuesto a decir esas palabras tan odiosas para mí, “fíjate que LO MEJOR QUE PUEDES HACER es bla,bla,bla”. ¡Qué nos costará el ahorrarnos el “consejito” no solicitado!

En muchas ocasiones, el famoso consejito, lo que hace es complicarnos aún más la dolencia que tenemos, pues nos provoca dudas, sentimientos de habernos equivocados, de no haber hecho lo suficiente, en fin, de sentirnos INADECUADOS y eso NO ES ASÍ, NO SOMOS INADECUADOS. El inadecuado es el “consejero” que debió escuchar SIN OPINAR. No quiero decir que no hable, pero sus palabras debieran enfocarse en contar SU HISTORIA Y QUE SEPA ESCUCHAR SIN OPINAR, CUANDO OTROS CUENTEN LA DE ELLOS.

Muchas veces una habla o escribe de lo que le “DUELE”, porque hacerlo de por sí, ya nos ayuda a sentirnos mejor. Escribir nos hace sentir QUE SE NOS ESCUCHA SIN JUZGARNOS y eso ya es una GRAN AYUDA. APRENDAMOS pues a escuchar o a leer para tratar de ponernos en el lugar del otro, para tratar de entenderlo, de entender su sentir, respetando lo que vive, lo que siente. Ya con su “dolencia” tiene bastante como para añadirle una “dolencia” más, la de sentirse incomprendido o inadecuado. Y ESO REALMENTE, NO ERA.

1 comentario:

  1. Thanks for your suggestion. I usted to do ir in my Facebook page. I use this blog just to narrate my own point of view about living with Fibromyalgia. I will visita y our page soon.

    ResponderEliminar